lunes, 3 de enero de 2011

El reencuentro soñado

Esperaba tu regreso hace tiempo, pero no te hallaba por ningún lado solo en mi mente nos reencontrabamos una y otra vez. Viejos momentos juntos me empeñe en recordar, el dolor no le permitia a mi cerebro pensar durante un tiempo me bloquie en llantos y angustias sin sentido, pero luego me propuse analizar cada detalle y me detuve en mis errores en los tuyos en las fallas, después de meses note que la esencia de nuestro amor se desvaneció, la magia de tus besos ahoge con lágrimas, caminos enteros recorrí sin saber que hacer, hasta que una voz cercana me detuvo, y todo cambió.

Tu recuerdo seguia vivo dentro de mi y las esperanzas de verte llegar no se iban. Sin embargo no podía continuar así. Decidí aceptar tu adiós y que aquel encuentro tan milagroso no llegaría jamás, que no valia la pena tocar el tema ya todo habia terminado sabiamos perfectamente que nada volvería a ser lo que fue. Mis intenciones de contarte el final se morian al saber que ya te habias ido.

Ni rastros de ti, desapareciste por completo, la tierra te trago y yo pude convecerme que para poder buscarte tenía que estar mejor no quería volver a ti para estar mal y trasmitirte mis penas porque te mereces mucho más de lo que te pude dar.
Ya no te esperaba más.

Pero llegaste, esa noche en que yo paseaba distraida de un lado para otro, pensando en mi te encontre,(el sueño que tantas veces soñamos a distancia, reencontrarnos) tan agradable como siempre nos pusimos hablar sin mencionar nada de nuestros sentimientos  me fui, y me buscaste porque faltaba más, porque algo nos tenía perturbados, algo que durante mucho tiempo no nos dejo dormir. y lo hicimos... lo hablamos. Ahora sí no quedaba más, sabiamos que nos debiamos separar y continuar nuestras vidas para estar mejor y fortalecernos como persona. Ninguno de los dos queria pero el destino estaba predicho, un fuerte abrazo y un beso bastaron en el momento para alejarnos, huir de nosotros mismos, pues claro, aceptamos que sería mejor alejarnos para estar mejor pero nos queremos, y nos cuesta luchar contra eso.

Mis esperanzas no se acaban sigo soñando con poder mejarar y encontrarte más adelante, cuando estemos preparados pero no puedo pensar así no lo tengo que hacer por vos sino por mi, ya que si llego a resolverlo y no estás allí cuando lo haga me voy a hundir en un mar de desilusión y no es lo que quiero. Por lo tanto prefiero recordarte como aquel muchacho gentil que me acompaño siempre. Me conformo pensando que te ame y que  me correpondiste a pesar de todo... Ojala hubiesemos estados más atentos a lo que se nos venía pero ya está, no podemos lamentarnos más.